La Odisea de viajar en un Panamá Colón

Tengo muchos años de estar utilizando los servicios de la ruta Panamá – Colón desde que estaban ubicados en Calidonia hasta hoy, y desde ese entonces el servicio no ha cambiado. Recuerdo que cuando estaba en el colegio solo dejaban subirse al bus a dos estudiantes porque pagábamos medio pasaje y como estaba en el turno de la tarde llegaba de noche a la casa, viajaba de pie en los buses lleno de pasajeros, porque esperar otro bus era una odisea.

Con la construcción del corredor norte hasta el Puente de Don Bosco en Chilibre, la situación mejoró un poco, ya que ahora es más rápido el trayecto a mi lugar de destino, sin embargo, la calidad del servicio que prestan las dos líneas de buses Panamá - Colón sigue igual.

La incomodidad

En las mañanas como está prohibido llevar pasajeros de pie en la autopista, hay que esperar hasta que pase un bus que tenga puestos, por lo general, hay que esperar buen rato o tomar un taxi hasta la piquera de los buses Chilibre –autopista en la comunidad conocida como el “veinte”, en donde muchas veces tienes que esperar porque no hay buses o ya están llenos.

Las personas que quieren tomar un bus regular hasta Panamá durante la mañana tienen que hacer trasbordo, porque solo pasan buses autopista y casi no se ven los regulares.

Si estás en San Miguelito, Las Cumbres o La Cabima en la tarde, es mejor que tomes un bus hacia la Terminal de transportes en Albrook, porque son muy pocos los buses que envían por esa ruta, ya que casi todos viajan por la autopista, pero si insistes en esperar tendrás que tener mucha paciencia para tomar ese autobús.

Falta de mantenimiento

Otra situación muy común en los buses Panamá Colón es su mal estado. Muchas veces he quedado en medio de la autopista esperando algún medio de transporte que me lleve a mi lugar de destino, en plena vía transísmica o saliendo a pocos metros de la Terminal. La verdad es una sorpresa, tú nunca sabes cuando te puede ocurrir, la diferencia con los buses de la ciudad es que la distancia es mayor y es difícil abordar rápidamente otro bus.

Si les sigo contando las aventuras en esta ruta no tendré suficiente espacio, porque al igual que en los buses de la capital, los pasajeros viajan de pie, el pasaje es caro, algunos buseros groseros, los buses en mal estado y todos esos inconvenientes que sufrimos gracias al mal servicio del transporte público.